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Archive for octubre 2010

Nuestra heroína favorita

prócer:
(Del lat. procer, -ĕris).
1. adj. Eminente, elevado, alto.
2. m. Persona de la primera distinción o constituida en alta dignidad.

heroína:
(Del gr. ἡρωΐνη).
1. f. Mujer ilustre y famosa por sus grandes hechos.
2. f. Mujer que lleva a cabo un hecho heroico.

Aja… si si, entonces es la definición correcta. Que difícil se me hace encontrar palabras que abarquen esta historia, se que por más que le de vueltas al asunto no voy a llegar a una mínima parte del todo que me gustaría contarles. Se me hace difícil porque cualquier elección de palabras resulta mediocre ante su grandeza de un metro cincuenta y cinco. Aún así, voy a afrontar la tarea de contarles algo de una heroína que conozco.

Cuando nació en 1955 en su casa de clase media, típica (o no tanto) de su época no sabía que iba a cambiar la vida de cientos de personas, incluida la mia. Estudió y jugó en la escuela con el resto de los de su edad, la quisieron y quiso a su familia. Creció y se enfrento a la vida como «cualquier hijo de vecino» (frase que usa de tanto en tanto).  Luego eligió hacerse cargo del pedacito de realidad que le tocaba, lejos de las grandes urbes pero no de las grandes y tristes realidades de su época. Allá en mi lejanos Patagones.

De a poco se construyo a sí misma a fuerza de pelarse la frente y el alma. Eligió (si es que uno es realmente consciente de estas elecciones) una de las profesiones, o mejor dicho, de las vocaciones más nobles, la de ser maestra. Y para agregarle una cuota más de realidad, eligió ser «maestra especial»… realmente especial.

Maestra de aquellos que la naturaleza o en muchos casos la mismisima sociedad desfavoreció.  Aquellos en los que, la ausencia de lo que la mayoría consideramos cotidiano como ver, oír, pensar, sonreír, moverse a voluntad, comer… vivir, es una realidad ineludible.

También decidió ser madre, dio la vida a tres hijas… acá ya rescato un segundo acto de valentía. «Hay que ser macho» (diría la voz populi) para vivir en medio de un panorama tan duro como el de la escuela especial y elegir tener hijos poniendo a prueba las estadísticas. Personalmente te doy las gracias por haber sido tan hembra :).

Pero «ojo al piojo» (otra frase que usa de tanto en tanto), para esos que creen que vinieron de un repollo. Ella parió tres hijas en medio de mordidas de niños convulsionando, sonrisas a medio hacer, alegrías sutiles, llantos y sillas de rueda. Firme como el poste de la bandera se encargo de lo propio y de lo ajeno con la panza en luna llena. Todo sin que a ninguno, y realmente a NINGUNO le faltara nada, realmente NADA… (a pesar de tus dudas…. sabe con profunda certeza que NUNCA nos falto NADA).

Cabe destacar que como a cualquier mujer de su época (y de la nuestra), además de madre se le pidió ser esposa, ama de casa y todas esas «pequeñas» cosas extra que vienen en el combo de ser mujer. Así que madre, esposa y maestra forjo el carácter a fuerza de la sociedad impuesta y de las alegrías que supo rescatar e hilar fuertemente en su alma.

Y así con una pata en la escuela, la otra en la casa y el corazón en el medio del Río Negro, creo su propia representación de ese mástil incólume e invencible de metro cincuenta y cinco, capaz de derrumbar a Goliat de un tizazo y un consecuente sermón.

Fue y es ejemplo para sus pares, líder indiscutible en su arena (directora durante muchos, quizá demasiados años) y madre para muchos más que para tres.

Con los años, con mayor sorpresa y cierta angustia, vi que no era invencible, que a pesar de ese estigma de todopoderosa, ella era vulnerable… era humana a pesar de la deshumanización y disociación  que tenía que vivir cada día.  No era todopoderosa…. también sufría y no era invencible… solo que ocultó sus caídas para que nosotros no cayéramos.

Fue duro enterarme que no era inmortal, que sufría y que se equivocaba y que además, de vez en cuando y aunque no lo quisiera, también necesitaba ayuda. Cuando el telón cayo, entendí que su grandeza era aún mayor, que a pesar de todo el dolor y sufrimiento que podía sentir, ella se mantuvo en pie rescatando y capitalizando las alegrías para ella y para nosotros.

Porque sería más fácil lograr tanto si hubiese sido invencible, no no señores todo ese valor no era talento natural… se forjo al rojo vivo y a lo largo de los años.

Ahora…. después de tanta vida, sería justo pensar que venía el momento en que alguien le diera lo que por derecho le pertenece y que es nada menos que un poco de espacio para ella misma (digamos una jubilación digna)…. pero no queridos amigos, la vida real es más compleja y menos justa. El Estado decidió que no era suficiente, que no había hecho demasiado, que sería mejor hacerla pelear por lo que es de ella desde hace años. Y ahí en el 2005, luego de haber aportado más de 25 años en cuerpo, alma y bolsillo, la realidad le pegó el portazo en la cara y le dijo «arreglatelas como puedas». Creo que el mismo Ulises se hubiera asustado ante la odisea que ella estaba apunto de empezar.

Aún a pesar del golpe anunciado, decidió jubilarse y una vez más subirse a su barquito y remar contra el implacable sistema al que todos estamos atados en mayor o menor medida. Una vez más, tomo su metro cincuenta y cinco y comenzó a hacer el camino que le devolvería lo que le quitaron. Golpeando puertas, tragando lágrimas y  escupitajos (porque ante todo ella es docente), haciendo de las suyas (como hacerse pasar por secretaria de abogado entre otras de sus tantas facetas) y levantando la voz cuando el alumno (léase funcionario de turno) no entendía la gravedad del asunto. Recorrió pasillos, instituciones… elevo notas, avivo giles (algún diputado que quiso hacer bandera de una pelea que era intrínsecamente de ella… ni eso le quieren dejar), aprendió leyes y poco a poco armó el rompecabezas de 200.000 piezas todas iguales que le toco armar.

Y podría escribir mucho mas acerca de esta odisea, como el hecho que gracias a ella se sienta un precedente que da fundamento al reclamo de docentes de más de una docena de provincias. Pero todo eso merece una hoja aparte.

Y uno se preguntaría ¿nadie antes que ella hizo este camino? ¿es la única docente en esas condiciones? la respuesta es que nadie mas que ella tuvo los ovarios y el temple para enfrentarse a la mole estatal…  eso es hacer historia ¿no?

En el medio de esta travesía, para no desentonar con la lucha, se fue alguien de quién por ahora no me es fácil contar una historia… basta con decir que fue el padre de sus tres hijas, amado por todas y también fuerte… aunque quizá no tanto. Y como si ya tuviera poco, también tuvo que iniciar una odisea y golpear puertas para lograr que le dieran lo que de él era y que por derecho y vida le correspondía a ella… (digamos pensión). Pero una vez mas, el Estado se hizo el sota… y le dijo «si querés algo vení a buscarlo»… y ahí fue con su barquito… a remar en paralelo por dos corrientes diferentes pero partes del mismo maldito río… el Estado burocrático y deshumanizado argentino.

Más de uno hubiese bajado los brazos ante la sola perspectiva del camino a andar, más de uno se hubiese resentido intentando. Ella sin embargo, tomo cada amargura y la convirtió en desafío y enseñanza, y dejando su egoísmo enterrado tomo todo lo aprendido en el camino y hoy lo usa para aliviar el camino de sus pares sin más recompensa que la del trabajo cumplido. Eso es tener grandeza.

Ahora les pediría a todos los que no la conocen que se hagan una imagen mental de ella, de sus rasgos, de su cara.  Y ahora respondan… ¿se imaginaron una «pequeña» mujer de un metro cincuenta y cinco, de sonrisa sin ausencia, de mirada transparente llena de ilusiones y esperando lo mejor de cada uno que se le cruza por primera vez? ¿se imaginaron una rubiecita simpática, abuela incondicional, madre ejemplar, amiga fiel, esposa, hija, hermana, maestra, mujer? ¿se imaginaron una rubiecita que esta aprendiendo a nadar y hace cerámica del día a la noche, que se sienta a hacer los debers y atiende el teléfono 24hsx7dias para ayudar al más lejano? Bueno, esa es nuestra mamá.

Podría continuar miles de horas tratando de describir una parte de su alma, pero me basta conque sepan quien es nuestra mamá, porque tenemos el corazón hinchado de orgullo y porque la amamos por siempre y para siempre.

Ma a vos que nos cambiaste la vida, en nombre de tus tres flores y de todos los que te quisieran saludar en este día, te decimos:

¡ FELIZ DÍA MA!

Katia, Tati y Yo

Como en toda reseña histórica cabe citar algunas fuentes, por muy pocas que estás sean:

Respuesta a una «opinion» infundada

Carta de lectores al gobernador

Avivando giles

Esta es nuestra mamá

También les dejo la letra de «El misterioso dragón» de Victor Heredia

Hubo hombres que se hicieron a la vida
como quien en un chinchorro se hace al mar
En pequeños botecitos de colores
afrontaron su terrible tempestad
Con sus sueños fabricaron flotadores
salvavidas, remos, velas y un timón
Pero el viento derribó las ilusiones
y empezaron otra vez la construcción
Martillando con su propia sangre esperan
terminar antes que despierte el dragón

Si queremos empezar a construir la paz
un ladrillo hay que llevar
Una flor, un corazón, una porción de sol
y esas ganas de vivir
La colina hay que subir, nada es sencillo aquí
y ante todo esta el dragón
Con su fuego intentará parar la construcción
pero habrá una solución
Una flor, un corazón, una porción de sol
y esas ganas de vivir.

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